¿Sánchez o Feijóo? Una guía para explicar el color del próximo Gobierno
Sobre los factores que determinarán el color del próximo Gobierno: uno de PSOE y la izquierda, u otro del PP y Vox.

Este artículo ha sido publicado originalmente en la página web de Público, así que te recomiendo que vayas allí para verlo completo. Aquí sólo compartiré los primeros párrafos.
Con la explosión del caso Koldo, reconvertido en el caso Cerdán hace unas semanas, la XV Legislatura ha saltado por los aires, empujando a Sánchez y al PSOE a su peor situación desde su llegada al Gobierno en 2018. Mientras tanto, Sumar, Podemos y el espacio de la izquierda continúan inmersos en su espiral de fragmentación, con Sumar perdiendo cada vez más diputados, mientras el Grupo Mixto no para de ganarlos.
A su vez, el PP de Feijóo —y Ayuso— está más excitado que nunca. Han olido la sangre, y esta vez parece que la herida es profunda. Es por esto que, hace unos días, Mariano Rajoy señaló en una entrevista que la ansiedad es el mayor enemigo de los populares, como se ha visto en su 21º Congreso Nacional. Y está en lo cierto: no se puede vivir en una hipérbole continua. Esto es algo que el propio Feijóo ha sufrido en sus carnes desde el 23J, cuando anticiparon un final —uno más— del sanchismo, que, finalmente, no se produjo.
Es por esto que Pedro Sánchez ha puesto al PSOE y a su Gobierno en alerta máxima, insistiendo en su intención de llegar a 2027. Algo que, hoy más que nunca, resulta difícil de creer. Entre los votantes progresistas los ánimos están en su peor momento, puesto que la situación del Gobierno de coalición ya era muy precaria antes del escándalo Cerdán. Ahora bien, ¿y si Sánchez acabase cediendo? Ahora mismo, las posibilidades de reválida son insignificantes. Según las últimas encuestas, la situación del PSOE y, especialmente, de su izquierda no invita a la esperanza. Efectivamente, parece que hemos llegado a un callejón sin salida, con el cambio de ciclo muy cerca. Pero, ¿y si hubiera margen para la esperanza?
Más allá de los escándalos puntuales, hay una serie de elementos estructurales que explican los problemas del Gobierno de coalición, de lo que el 23J se llamó el pueblo de la coalición. Estos factores han determinado el equilibrio electoral en España desde hace varios años y, conociéndolos, se puede dilucidar cuál será el color del próximo gobierno con bastante seguridad. No se trata sólo de la división Sumar-Podemos ni, en estos momentos, de la crisis del PSOE.

Primero, la configuración a la izquierda del PSOE. Es decir, la existencia de una única candidatura, ya sea Sumar, Unidas Podemos u otra cosa. Segundo, la diferencia entre el PP y el PSOE. Y, por último, la fortaleza de Vox. En 2023, hoy o, llegado el caso, en 2027, el Gobierno será para el bloque ideológico que obtenga la ventaja en, como mínimo, dos de estos tres factores.
Por ejemplo: si hubiera una única candidatura de izquierdas —un Sumar 2.0—, pero hubiera una gran diferencia del PP sobre el PSOE, y Vox se encontrase muy por encima del 12% - 13% de los votos, no serviría de nada. Y, de igual forma, si no hubiera una única candidatura de izquierdas, pero el PSOE se acerca o, incluso, iguala al PP, y Vox cayese por debajo de esta cifra, podría repetirse una situación similar a la del 23J. La razón se encuentra en los mecanismos específicos del sistema electoral en España, que exigen de un análisis más profundo de lo habitual.
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